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venerdì 7 marzo 2014

¿Para donde vamos con las protestas?

La oposición venezolana tiene que entender una cosa: a este régimen hay que derrotarlo por paliza electoral, de lo contrario seguirá haciendo trampa. Y es que cualquier victoria que se logre ahora, si es que se logra alguna, tendrá que pasar, tarde o temprano, por la prueba de las elecciones nacionales, donde no parece que la oposición tenga una mayoría significativa.

Un poco de historia. La oposición ganó las últimas elecciones, por un margen muy pequeño. Pero la oposición no pudo hacer valer su mayoría debido al control férreo de las instituciones por parte gobierno. Y esto tenemos que metérnoslo en la cabeza: o es paliza o nos hacen trampa. Y hace trampa y seguirá haciéndola porque no cree en la democracia y va a usar todos los subterfugios posibles para asirse del poder.
 Así que, después de las elecciones,  Capriles se retiró a acumular fuerzas, por una parte agotando los recursos legales de la denuncia, y por otra parte consolidando los espacios de poder ya conquistados para poder avanzar en el afianzamiento de los liderazgos locales. La estrategia es la correcta para enfrentar esta dictadura de fachada democrática y electoral. A partir de allí, el problema principal ya no es el gobierno, sino la oposición.
Por una parte hay una oposición que quisiera una solución militar. El sector militarista de la oposición, que no tiene expresión en el liderazgo de la oposición,  no ofrece una solución y son solo un estorbo en la lucha política.  Ellos tienen que entender que los militares son, en este país de 1800 generales, la clase dominante del país, junto a la burocracia del gobierno. En consecuencia,  una solución militarista sería solo capaz de substituir la burocracia bolivariana por una burocracia  tecnocrática en el mejor de los casos. Ya para ganar apoyo popular, la tecnocracia militarista probablemente sería significativamente similar a la chavista. La ceguera anticomunista de sectores de la oposición militarista no les permite intuir esta realidad que nadie quiere. Muy pocos quieren substituir el madurismo por el pinochetismo.
Hay otro sector opositor, democrático incontinente, que quiere inmolarse en las calles hasta que cambie el régimen. La estrategia de la salida tiene un rol fundamental que la oposición moderada no suele reconocer: al mostrarle los dientes al gobierno, hace la represión difícil. Sí, hay represión contra los manifestantes, pero no hay la represión sistemática que existe en países como Cuba o anteriormente en el cono Sur,  donde el estado se mete en la casa de noche y te desaparece.  Pueden disparar, pueden encarcelar a algunos, pueden incluso montar un sistema de espionaje masivo, pero la gente en la calle desacredita la capacidad represiva del Estado, pierde el miedo, y por lo tanto es posible que la oposición se organice , exista y avance.
A pesar de las virtudes que tiene, el problema de esta forma de resistencia radical es que no se da cuenta de algo muy fundamental. La Venezuela urbana se divide en dos clases subjetivas: los que se autocalifican pueblo, y viven en barrios, y los que se autocalifan clase media, y viven en urbanizaciones.Y la resistencia cívica en las urbanizaciones no suma respaldo en los barrios, porque las banderas que levanta no provienen del barrio. Y los barrios son, y seguirán siendo, la mitad de la población. Por lo tanto sus avances no conducen a una batalla electoral victoriosa que consolide la victoria que se logre ahora. A menos que se logre consolidar la libertad de los presos políticos, que no es poco pedir, y es una precondición para que la lucha democrática continúe.
Y esta lucha democrática  tiene que nacer del barrio, desde donde se aspira a la modernidad. No se trata de llegar a los barrios, como dicen, sino de respaldar la emergencia del deseo de participar en una sociedad moderna, con acceso tanto a empleo, educación  y vivienda como  a bienes y servicios de calidad. 

lunedì 23 marzo 2009

El paquete de Chavez



Yo me había hecho el propósito de no usar este blog para hacer comentarios de la coyuntura política venezolana. Pero el reciente anuncio del paquete de medidas económicas del gobierno de Venezuela no son un simple problema de coyuntura. Creo que esta es la vez que se inicia la transición hacia la dictadura, ya que las condiciones económicas de la ingobernabilidad están dadas, y están en el tapete.

Chávez dice que la crisis del sistema capitalista no ha tocado a la revolución ni un pelo, pero las medidas económicas que nos anuncia no son precisamente las que se tomarían en una peluquería. Ayer anunció una receta revolucionaria donde queda claro que el hombre sabe en qué lío está metido. Lástima que no sepa cómo salir de él.

Se reformula el presupuesto asumiendo ingresos petroleros con una cesta petrolera a 40 USD por barril. Aquí radica el primer problema. Al momento de redactar esta nota, la cesta petrolera venezolana no parece respaldar el optimismo del gobierno. El gráfico de arriba refleja una serie histórica de los precios de la cesta petrolera de la OPEP. La fuente es el website de la OPEP. Como se ve, a partir del inicio de la crisis financiera el costo de la canasta petrolera se ha desplomado y sería muy ingenuo pensar que en una recesión económica los precios se recuperen.

Con respecto a la cesta de la OPEP hay que añadir que el petróleo venezolano es de baja calidad, son crudos extrapesados, con lo cual el valor de la cesta que vende Venezuela es mucho más baja. Ni siquiera los expertos son creíbles en estas cosas, pero digamos que la cesta venezolana se pone a 30$ por barril. En este caso los ingresos están sobreestimados en un 25%. Primer error.

Efectos del primer error son evidentes. El gobierno no tendrá un bolívar de cada cuatro de los que espera recibir del petróleo, casi nada. Si analizamos las expectativas de la ley de presupuesto del 2009 vemos que los ingresos petroleros estaban estimados en 77.907.252.190 mientras que los ingresos no petroleros del estado venezolano estaban estimados en 77.237.780.278. ( Fuente: OCEPRE http://www.ocepre.gov.ve/ ) Según esta fuente (que asumo actualizada pero no se puede saber porque el documento está en internet sin fecha) los ingresos petroleros representan poco más de la mitad de los ingresos del Estado. Así que la sobreestimación de los ingresos petroleros implicaría un déficit de un 12,5%.

La segunda medida del gobierno en materia presupuestaria es asumir que la producción petrolera estaría alrededor de los 3 millones 170 mil barriles diarios de petróleo. Aquí el pelón parece más macabro. En el reporte de la OPEP de Marzo 2009 (véase http://www.opec.org/home/Monthly%20Oil%20Market%20Reports/2009/pdf/MR032009.pdf ) se puede observar que la producción petrolera venezolana es de 2 millones 144 mil barriles diarios para febrero de 2009 y, a pesar del pajarobrabismo oficial, la cifra parece estable. Redondeando, este error de cálculo implica otro 30% de los ingresos petroleros, lo cual implicaría que en conjunto los ingresos fiscales totales serían deficitarios en un 27,5%.

A este descalabro financiero el gobierno piensa responder con una reducción del 6,7% del gasto público. Insuficiente porque 27,5–6,7=0 solo en finanzas revolucionarias, pero para comparle pollos y tomates a Brasil harán falta finanzas burguesas, aunque duela.

De todos modos, es muy curiosa la manera como el gobierno piensa reducir el gasto público en un 6,7%. La primera propuesta es una “estricta” ejecución del gasto. A uno le queda por preguntarse si antes el gasto se ejecutaba de un modo relajado y el gobierno ahora reconoce un estilo generalizado de malversación de fondos. Que nos digan ellos qué quieren decir. Mientras tanto le auguramos éxito, y sería reconfortante saber que la Contraloría toma nota frente a la noticia criminis.

La segunda propuesta para reducir el gasto es la eliminación del gasto suntuario. Esto sí que es realmente revolucionario. Tenemos que asumir entonces que ahora el gobierno por fin reconoce que a pesar del discurso revolucionario se daba sus gustazos suntuarios. Los entendemos: son pequeños gustazos revolucionarios porque durante la cuarta república estuvieron mamando, pero ahora se van a portar bien. Están arrepentiditos del nuevorriquismo. Bien, felicitaciones. Otra vez, les auguramos éxito, pero también nos gustaría saber que la contraloría actúe frente a la confesión del delito.

c.- Ajuste de la nómina de los “niveles superiores” del personal contratado en el gobierno. Una bajadita de suelto a los niveles superiores no nos viene mal a todos, ya que uno se pregunta si esos sueldos se corresponden a la productividad de los funcionarios.

Yo no tengo manera de sabe si estas tres medidas permiten bajar el presupuesto de gastos en un 6,7%, pero digamos que sí, dándole el beneficio de la duda. Queda saber de dónde va a sacar el gobierno el resto del dinero que necesita.

La medida más importante es subir el IVA del 9 al 12%. Esta propuesta es financieramente efectiva, sin duda. Pero el chavismo pegaría el grito en el cielo si fueran otros los que la toman. Porque el IVA es regresivo si lo cobra uno pero progresivo si lo cobra otro. Pero veamos las cifras.

En la Ley de presupuesto los ingresos provenientes del IVA son aproximadamente 35 mil millones de bolívares. ( OCEPRE http://www.ocepre.gov.ve/ ). Con el aumento del IVA tendrían 46.500 millones de bolívares. Es decir, 11.500 millones extra, esto es, un 7,4% de ingresos extras. Muy lejos de resolver el problema todavía.

Todavía queda más de un 13% de déficit. Para esto el gobierno se plantea centralizar las tesorerías corporativas públicas. Esto es, terminar de quebrar las empresas públicas que queden sanas. Como no son muchas, no será mucho, pero no tengo la información disponible.

La otra medida es estatizar el Banco de Venezuela. Eso implicaría un gasto así que no recorta el déficit fiscal sino que lo aumenta. Pero nuestro inefable presidente nombra la medida como parte de un paquete de ajuste para gastar menos. Es curioso. Es impredecible la cifra, pero se habla de $ 1200 millones, que para decirlo de modo gráfico, son 20 días de ingresos petroleros. Ese es un gastico que no está claro que el gobierno se pueda permitir en este momento...Otra solución, expropiar el banco, pero no parece aconsejable pelearse con los bancos cuando el gobierno va a tener que pedir prestado. Digamos que el gobierno se da cuenta que no anda la cosa para bravuconadas. Ya Chávez habrá notado lo dificil que es superar una crisis bancaria, no porque recuerde la de Caldera, sino porque ve a su colega Obama tratando de superar la crisis.

También el gobierno habla de que se priorizarán los proyectos gubernamentales. Priorizar significa que hay cosas que no se harán. No sabemos si esto forma parte del 6,75 de reducción del gasto del que se hablaba arriba o simplemente se cortan proyectos completos. Sería interesante saber cuáles. Ya sabemos que Chávez no le cortará dinero al ejército porque somos latinoamericanos y tenemos que tener a los gorilas contentos. El gasto militar ha ido aumentando estrepitosamente y no creo que se reduzca significativamente. Lo más probable es que se afecten programas de los gobiernos locales y se afecte al situado constitucional si es que todavía existe.

Otra posibilidad es que se deje de gastar en los programas populistas del gobierno, lo cual obviamente afectará significativamente su popularidad porque pondrá en evidencia que las políticas sociales de Chávez nunca fueron otra cosa que dádivas y no cambios estructurales. De cuánto se pueden cortar los proyectos gubernamentales no se sabe. Sería increíble que fueran proyectos educativos o de salud. Probablemente sean las misiones que se vienen abajo. El efecto político en cuanto a la credibilidad del gobierno en los sectores populares si hiciera algo así sería extraordinario. Me resulta difícil de creer que se hará algo de esto. Quizás por eso Chávez no mencionó cifras. Pero es posible que sea esto lo que se haga....

El otro anuncio del gobierno indica que se “orientará” el uso de las divisas, con lo que pareció decir que éstas se restringirán aún más. Esto merece una explicación. El gobierno vende menos divisas oficialmente y por eso “ahorra”. Cuánto menos, no lo han dicho. Probablemente no lo saben y apliquen la política del como vaya saliendo vamos viendo. Pero el problema sigue siendo que si el gobierno vende menos, eso no significa que hagan falta menos divisas. Porque los importadores necesitan traer insumos industriales, fertilizantes, alimentos, bebidas, etc. Y a acudirán al mercado negro donde las divisas serán, obviamente, mucho más caras. Por eso, aunque la retórica sea que no hay devaluación, la realidad será que en el mercado negro el valor del bolívar se ajustará al hecho de la reducción de las exportaciones petroleras y a la creciente necesidad de importar derivada del estrangulamiento de la economía productiva nacional. El efecto previsible será, con toda probabilidad, una escalada de precios, escasez y por supuesto, aún mayor descrédito para el gobierno. Por más que se culpen a los especuladores, no queda industria nacional a la que culpar. También me cuesta creer que esta sea una opción para el gobierno. Simplemente, no puede.

Lo que sí puede hacer para cubrir ese déficit es incrementar la deuda interna. Afuera el gobierno no va a conseguir ni un dólar, eso se sabe. Así que la deuda interna pasaría de 12.000 millones (con un incremento de 22 mil millones) a 34.000 mil millones. Esta sí parece ser una medida efectiva, ya que este nivel de endeudamiento parece cerrar aproximadamente un 14% del déficit. Las cifras cuadran incluso con la producción de petróleo al nivel real. Pero se puede endeudar? Y aquí surgen varias preguntas.

La primera es ética ¿puede un gobierno endeudarse para pagar gasto corriente? Obviamente puede solo a condición que la deuda implique un proyecto de crecimiento. Segunda, quién sería tan loco como para prestarle al gobierno tanto dinero como para cubrir un gasto que no va a generar ingresos, esto es, capacidad de pago? Obviamente, la banca, si chantajeada. Y quizás por eso a Chávez se le escapó la estatización del Banco de Venezuela. En efecto, posiblemente busquen mecanismos para que la banca compre bonos chimbos y obviamente las amenazas de estatización van en ese sentido…pero la banca no se va a arriesgar a quebrar para salvarse de la estatización. No tiene sentido.

La emisión enloquecida de dinero inorgánico cuando ya hay una predecible inflación de costos puede generar una inflación de carácter monetario que quién sabe si puede terminar en hiperinflación. Un poco de asesoría de los asesores de Mugabe, nuevo modelo económico, quizás sea ilustrativa.

Quizás la única esperanza del gobierno sea vender petróleo a futuro, negocio muy difícil en un momento de recesión cuando la tendencia del petróleo es a la baja. Se me ocurre que los únicos que podrían comprar petróleo a futuro serían los chinos, a condición de algunas ganancias estratégicas en materia de producción de energía y acceso a minerales. Pero tampoco queda claro que los chinos quieran hacer malos negocios para ganancias estratégicas de dudosa continuidad después de que Chávez desaparezca, que si no pierde las elecciones nunca, por lo menos algún día se morirá.

Así que es muy probable que el gobierno traicione su “sensibilidad” socialista y se encierre en su esencia militarista. El descontento probablemente se transforme en crítica y es muy probable que las principales víctimas sean la base socialista ingenua que tiene el gobierno en los sectores populares. Ya la representación proporcional de las minorías está enterrada. La autonomía del poder judicial está desbaratada con la constitución bolivariana, el poder militar por primera vez en mi vida ya no está subordinado al poder civil, la práctica de el acoso a periodistas es costumbre. El sicariato ya ni se niega. El odio está sembrado. Y los culpables son los opositores, que ahora serán más. Esto huele cada vez más a bota militar.